jueves, 29 de septiembre de 2011

Sosiego en las redes



Rabia me da la apatía generalizada, rabia me da la queja continua y sin razón, rabia da el egocentrismo consentido, con prevaricación y cohecho… ¡¡qué rabia!!...

Rabia es pensar que te mienten a la cara y la sonrisa detrás del abrazo, rabia son las colmenas de cemento en las que vivimos y lo material, rabia es la desesperación del no entendimiento, la indecisión, rabia me da el aburrimiento y la vergüenza localizada sólo en determinadas acciones, el no saber que hacer una mañana, el alcahueteo, el pensamiento dirigido, el aspirar a la vida americana…

El pescador no conoce esa rabia, conoce la rabia del hambre, del mal tiempo. No conoce la apatía, ni la queja. No es egocéntrico sino autosuficiente. El aburrimiento y la vergüenza apenas se asoman los días de nubes y calma chicha, de su que hacer cotidiano, diario y de sol a sol. Su rabia es fruto de la no conformidad, es contraria a la derrota. Es coraje y desesperación, es la que nos hace falta.

Rabia, hoy es, la fuente que me inspira.



“Rabia es la sangre que hierve por conseguir las metas de nuestra imaginación”
(Reincidentes – La rabia)