domingo, 18 de septiembre de 2011

¿No te agobia?



El mar es el cielo terrenal.

Dicen que adquiere su azul del cielo, pero no es cierto. No da alegría, sino tranquilidad. Puede dormirte, en su orilla, como el que susurra una nana, o alertarte con su rugir, a veces se enfurece. Puedes observarlo, o hacer como el que lo observa mientras alimentas tus recuerdos embobado con el va y vén de sus olas.

 Es dinámico, constante y poderoso.

He oído cientos de anéctodas a cerca del mar, hasta lo he echado de menos. No echas de menos el viento, ni la lluvia, ni la luna, pero al mar si. Una vez, en preciosas tierras del interior, alejadas de él, sin costa, tuve una conversación que aún recuerdo:

- ¿Te gusta la ciudad?, ¿Es increíble verdad?.
- Sí esta bien, pero llevamos andando casi tres horas, ascendiendo en altura y en el horizonte no veo el mar, ¿no te agobia?...

Es así, cárcel y libertad.