Volvíamos de una estancia peculiar, limítrofe al desierto cálido más
grande del mundo. Y sí, impresiona. Al realizar esta instantánea, caí en la cuenta de que hacía días
que echaba de menos algo…al fin pude encontrar y reconocer ese elemento, en
este caso estaba en el cielo en forma de vapor, pero al menos existía, el agua.