jueves, 26 de enero de 2012

Caprichoso



Hoy más que nunca me falta el tiempo. Trascurre incesante, pero no oigo su tic-tac.

Según la ecuación, determinadas velocidades y determinados espacios modifican su monotonía. Segundos se convierten en eternidades e infiniditudes transcurren a la velocidad del rayo. Caprichoso este tiempo…

¡pues que falte y que nunca sobre!