martes, 3 de enero de 2012

Selly



Al conocerla, le dije que dominaba bastante su idioma, pero me frunció el ceño en señal de disgusto, peligraba su aprendizaje del andalú, y no quería perder su tiempo. Su tiempo es oro y lo organiza como tal.

Le encantan los dichos, los refranes, las frases hechas, se adapta de forma camaleónica a cualquier situación, si no se puede dormir, pues no se duerme, si hay que sufrir, pues a sufrir se ha dicho, pero no le aplaces el comer,…, chirimoyas, queso, peces, carnes, pastas, ali-oli, disfruta de dichos manjares con la sonrisa de un niño, los saborea.

Natural de Emilia-Romaña, llegas realmente a conocerla un poco mejor cuando visitas “el Pórtico”, su casa, allí si que se come en familia, en familia de verdad. Diez o quince comensales se despachan a su antojo sin diferenciar adultos de mayores.

“Ragazzi a tavola!” te reclaman desde la lejanía del comedor cuando la mesa está puesta, y a mí, me gusta tardar un poco, queriendo, para que se vuelva a escuchar esta vez un poco más fuerte “RAGAZZIII A TAVOLAAA!!!”, me encanta, disfruto.

Los más peques, los “fantastici quattro” corretean alrededor de la mesa cuando terminan, entre risas, peleillas y porrazos, a mi no me molestan para nada, me preguntan cosas interesantísimas y a veces me da rabia no saber cómo responder, porque el idioma no me da para tanto. No conocen la “j” , no les suena bien, me llaman Cof-cof...les oleré a café, sólo y sin azúcar, el de después de comer.

Todos, a su manera, me han hecho estar tardes enteras más a gusto que en casa de familiares cercanos, incluso que de amigos, incluso más encantado que en mi propia casa,  son realmente especiales.

Con ella me han pasado anécdotas de todos los colores, algunas también en blanco y negro, de las que no se olvidan, de las que sujetan con nudo marinero ciudades tan dispares como Carpi y Melilla, de las que tempestades no se atreven ni a romper.

La última vez, ella estaba algo ausente, sus ojos pedían ayuda o consuelo, pero parecía no ser el momento, no importa, los habrá. Los habrá mejores.