A veces los niños no travesean con sonajeros. A veces los niños no corren entre toboganes y miradas de padres preocupados por cualquier contratiempo. A veces todo es más sencillo, tus cómplices de aventuras son borregos, cañas, saltamontes, pinzas, mariquitas, cajas, matorrales, conchas y flores…verdaderas y naturales aventuras, preferibles a veces a compañeros embadurnados de crema, con bañador de marca y visera a juego, que jamás han tenido entre sus papilas gustativas el sabor de la arena y la tierra, porque simplemente no se lo han permitido.
Yo, a veces, observo, aprendo y me permito el lujo de tener conversaciones con mis amigos los borregos.