En última
instancia, tal vez solo pueda afirmarse una cosa: que quizá la vida sea así. Y
que quizá no nos queda otra opción que aceptarla sin más, tal cual, sin buscar
circunstancias ni motivos. Como los impuestos, las subidas o bajadas de las
mareas, la muerte de John Lennon o los errores arbitrales en el Mundial de Fútbol.
Letras de Haruki Murakami en De que hablo cuando hablo de correr.